Conveniencia sobre la vacunación de leishmania
¿Es aconsejable vacunar a nuestros perros para prevenir la leishmania?
Auxiliar y Asistente de clínica veterinaria
“La enfermedad del mosquito” es una temida patología conocida por la mayoría de los propietarios de perros, pues casi todos conocen a algún can que ha fallecido por esta fatal enfermedad.
La leishmania o enfermedad del mosquito se transmite por la picadura de una pequeña mosca llamada Phebotomo. Esta mosca se alimenta de sangre de animales y tras picar a un animal enfermo, cuando vuelve a alimentarse de otro animal puede transmitirle la enfermedad.
Debido a esta forma de contagio la forma tradicional de prevenir esta enfermedad se basa en la prevención de la picadura de estos Phebotomos mediante repelentes de insectos. Estos repelentes se comercializan en forma de collar, pipeta spot-on para ponerlo sobre la piel o en spray.
El problema es que ningún repelente tiene un 100% de efectividad y es posible que aún combinando collar y pipetas para una protección mayor, el animal sea picado por una mosca y tenga la mala suerte de infectarse de la leishmania.
Y, ¿no tenemos ninguna forma de prevenir esta enfermedad más allá de la prevención de la picadura del insecto? Pues sí.
Aparte de los repelentes de mosquitos tenemos dos vías par prevenir la leishmania: un jarabe que sube las defensas y una vacuna específica contra leishmania. ¿Y cuál es mejor? Pues depende.
Para los animales que viven en zonas donde la leishmania no es frecuente puede ser suficiente con protegerlo frente a las picaduras de moscas y mosquitos y en zonas donde la leishmania es endémica aumentar la prevención añadiendo a los repelentes uno o varios de estos otros métodos.
El jarabe funciona muy bien para subir las defensas y el único efecto secundario destacable es que en algunas hembras provoca la producción de leche en las mamas y se debe cortar el tratamiento, por lo que es un medicamento muy seguro. La forma de administración es una toma diaria durante un mes y el efecto inmunopotenciador (subir las defensas) dura 3 meses. Este jarabe sirve tanto como preventivo como ayuda a la curación.
La vacuna, como casi todas, dura un año, pero para conseguir una buena inmunidad el primer año se deben poner 3 dosis de la vacuna. Aunque se están llevando a cabo estudios para comprobar si la vacuna ayuda a sanar a animales enfermos de leishmania, de momento, sólo está registrada para utilizarla en animales sanos a modo preventivo. Es cierto que esta vacuna tiene más efectos secundarios que otras vacunas, sobre todo porque es relativamente frecuente el que el animal sienta dolor e inflamación en la zona de inoculación, pero en general las ventajas pesan sobre los inconvenientes.
En cualquier caso, se opte por una forma de prevención u otra, siempre se aconseja realizar un análisis de detección precoz de la enfermedad en zonas endémicas para localizar a los animales enfermos antes de que muestren síntomas y que el tratamiento sea más efectivo, y ante todo nunca dejar de lado los repelentes para mosquitos y moscas.
Luchemos contra la leishmania.
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Carla Soler
Veterinaria. Profesora de Escuela de Veterinaria MasterD
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