Los insectos y el verano
Con la llegada del verano y el buen tiempo tenemos que pensar que nuestros caballos van a estar expuestos a insectos que pueden llegar a ser muy molestos. Tanto mosquitos, como moscas o tábanos van a acosar a los caballos durante la época veraniega y conviene protegerlos de ellos.
Hay que tener en cuenta que estos insectos no van ser exclusivamente molestos sino que también pueden ser la causa de enfermedades como la hipersensibilidad a picadura de insecto o desencadenar reacciones alérgicas, incluso algunas enfermedades parasitarias como la habronemiasis, están ocasionadas y/o transmitidas por insectos.
También las personas que estén trabajando con los caballos o disfrutando de una actividad de ocio se van a ver afectadas por estos insectos que frecuentemente podemos encontrar en nuestro entorno. Las picaduras de mosquito pueden llegar a ser muy molestas causando habones y urticaria tanto en personas como en caballos. También las moscas, concretamente la mosca negra que está colonizando muchas zonas de ribera y cuyas picaduras pueden resultar muy dolorosas.
Para evitar la presencia de estos insectos debemos combinar la higiene de las cuadras y la utilización de repelentes y antiparasitarios. Es importante mantener la higiene en las cuadras evitando en lo posible la presencia de estiércol que podría atraer a moscas, así como la presencia de agua estancada que favorece la presencia de mosquitos.
El mundo de los repelentes es muy variado. Se pueden utilizar repelentes de origen natural como extractos de ajo, geraniol o aceite del árbol del té aplicados en el pelo del caballo regularmente según las indicaciones de cada producto. También podemos optar por otros productos como fipronilo o permetrinas que también son utilizados frecuentemente como repelentes y antiparasitarios en caballos de forma efectiva.
Además de las medidas de higiene y control antiparasitario tenemos que pensar que, sobre todo en casos de caballos especialmente sensibles o con tendencia a desarrollar procesos alérgicos, debemos evitar el contacto con los insectos. Las medidas de protección física incluirán mantas protectoras, caretas y orejeras, o incluso si fuera necesario, el caballo se mantendrá en un recinto cerrado provisto de mosquiteras en las horas del día de mayor actividad del insecto en cuestión. Esto es especialmente útil en el caso de algunos mosquitos cuya actividad se desarrolla principalmente al atardecer y amanecer, pues podemos evitar sacar al caballo de la cuadra a esas horas.
No hay que olvidar el aplicar los repelentes a la hora de salir de paseo o trabajar en la pista con nuestro caballo pues si la presencia de insectos es alta y el caballo está muy molesto será difícil que se concentre en el trabajo. Suele resultar muy útil la utilización de protecciones para zonas especialmente sensibles como la cara y las orejas a la hora de montar. Existen caretas y orejeras que protegen al caballo y le permiten concentrarse en el trabajo sin estar cabeceando continuamente, acción que resulta muy molesta también para el jinete.
Teniendo en cuenta estas cuestiones protegeremos a nuestros caballos frente a los insectos y podremos disfrutar del buen tiempo sin preocuparnos de las molestias que ocasionan.
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