La responsabilidad de tener una mascota

¿ESTAS LISTO PARA TENER UN ANIMAL DE COMPAÑIA?

Mónica Huelva Molero, alumna del Curso Superior en Asistencia a la Atención Clínica en Centros Veterinarios comparte con todos nosotros todo lo que hay que tener en cuenta antes de adoptar un animal de compañia.

Seguramente, es más que probable que en estas fechas tan familiares y llenas de afecto que acabamos de dejar atrás, te hayas planteado dar el paso final para recibir la ansiada visita de un nuevo miembro de la familia. Una llegada que llevabas mucho tiempo esperando y que, a buen seguro, se puede convertir en uno de los componentes más importantes de tu ámbito familiar: la mascota.

Sería, con toda seguridad, un acontecimiento lleno de alegría, felicidad e ilusión, que te proporcionaría momentos de ternura, afectividad y cariño, así como de juego y diversión; sin embargo, no debes obviar uno de los compromisos más importantes que se asumirían con la nueva mascota: la responsabilidad que conlleva adquirir un ser vivo.

Es posible que no se haya analizado con detenimiento la trascendencia de ese compromiso que comporta tener mascota, tanto para nosotros como para el animal. Por supuesto, es muy importante que sienta que es un ser querido y que se hará todo lo que esté en nuestra mano para que se encuentre cómodo y a gusto de pertenecer a nuestro hogar.

Qué debes tener en cuenta antes de tener una mascota

Sin embargo, no es menos esencial que reciba una serie de pautas disciplinarias que le van a reportar a la postre, y con un poco de tiempo y paciencia por nuestra parte, una mejor salud física y psicológica que le ayudará a encontrarse más equilibrado y tener una mayor calidad de vida. Por ello, es muy importante que previamente te hayas planteado si realmente puedes responsabilizarte de una mascota; si tienes tiempo suficiente para poder hacerte cargo de todas sus exigencias básicas, como, en el caso del perro, pasearle 3 veces al día 365 días al año; si pasas en casa el tiempo que se necesita para que aprenda a hacer sus necesidades en el sitio que corresponde, para que aprenda a estar solo cuando te ausentes, para que controle la mordida y no destroce todo aquello que se interponga en su camino, a no tener miedo a otras personas y/o animales… En definitiva, a que tenga un comportamiento correcto para consigo y con los demás seres de su entorno.

A lo mejor eres una de esas personas que disfrutan haciendo el petate cada vez que se presenta la ocasión y pasas unos días (o incluso semanas) fuera de casa, si la ocasión lo permite. ¿Te representaría un problema o dificultad llevarte tu mascota contigo? Afortunadamente, cada vez hay más alojamientos que las permiten y que, como yo los denomino, son “pet friendly”.

En fin, si no estás dispuesto/a a invertir una buena parte de tu tiempo en desarrollar las cualidades y características positivas de tu nueva mascota para que forme parte de tu vida y tú de la suya, honestamente, no debes hacerte cargo de ello. Pero si, por el contrario, crees estar preparado/a y, sobre todo, tener una gran predisposición para ello, entonces decídete a dar el paso y adquiere ese animalito (mucho mejor si es adopción) que se va a convertir en una compañía vital en tu día a día.

Y no tengas miedo a no ser capaz de tener la orientación y los conocimientos necesarios; siempre vas a poder recurrir a los etólogos y psicólogos especialistas que te guiarán en ese maravilloso camino que es convertir a tu mascota en tu insustituible compañero en la vida.