Urogallo
- El urogallo es una especie protegida desde los años 90
- Asociación para la conservación del urogallo
El urogallo común es una especie de ave galliforme que habita en zonas montañosas principalmente con vegetación herbácea, agua y bayas. En España es una especie protegida desde los 90, vedando la caza de esta especie 10 años. En Europa suele habitar en regiones frías como Escandinavia, los Alpes o Rusia y en nuestro país en la Cordillera Cantábrica o en los Pirineos.
Se diferencian machos y hembras tanto por su tamaño como por la coloración del plumaje: Las hembras son más pequeñas pesando en torno a entre 1,5 y 3 kg. Los machos pesan entre 3 y 6,5 kg. El plumaje superior de las hembras es de tonalidades pardas con un jaspeado negro, siendo el vientre es algo más claro en tonalidades amarillas. En cambio el macho tiene una coloración que va en la gama de gris hasta el pardo oscuro con reflejos verdes metálicos en el pecho siendo las plumas del vientre y la parte inferior de la cola entre blancas y negras. Es característico en los machos el plumaje debajo del pico en forma de barca y una cola en forma de abanico así como unos tubérculos rojos sobre los ojos. Los pollos empiezan a mostrar su coloración en función de si son machos o hembras, a partir de los 3 meses,
El urogallo tiene dedos cortos y anchos para andar mejor sobre la nieve así como las patas cubiertas de plumas, para protegerse de las bajas temperaturas.
La época de celo comienza en marzo y finaliza en mayo. Las hembras ponen entre cinco y doce huevos en un hoyo en el suelo con el peligro que conlleva de que jabalís, perros o comadrejas se los coman. Es una de las causas por las que no hay un aumento elevado de la especie.
Su alimento varía según la estación del año, así; en primavera se alimenta de brotes de haya principalmente, en verano de hierba, bellotas, hayas, larvas, lagartijas y en algunos casos hasta de serpientes. En otoño, de arándanos y en invierno su dieta es similar a la de la primavera con brotes de haya añadiendo los de abedul, pino y bayas si en último lugar de hojas de acebo.
Hemos hablado de que el urogallo es una especie protegida en España desde los 90 y aunque está prohibida su caza no es éste el motivo mayoritario por el cual la población se encuentra en niveles tan bajos. El motivo principal es la modificación o destrucción de su hábitat el que provoca la tendencia a la desaparición de esta especie, como la deforestación, la ganadería o cacerías de otras especies como el jabalí, actividades como el senderismo el esquí alteran el día a día del urogallo para su reproducción puesto que su entorno natural se ve modificado, sin olvidar que el urogallo puede morir si topa con un cable de alta tensión una valla o la edificación de una vivienda donde antes había un terreno sin urbanizar. También la alta mortalidad de los pollos si llegan a sobrevivir tras la puesta por la madre.
De las subespecies que habitan en nuestra península la que tiene peores perspectivas es la del urogallo cantábrico. En los 80 el primer censo del urogallo cantábrico supuso el conteo de unos 580 machos aunque anualmente se estima un descenso anual de la población del 2%. En la actualidad se piensa que hay unos 180 machos, la mayoría en la zona occidental y muy pocos ejemplares, unos 10, en la zona oriental de nuestro país. En los Picos de Europa quedan algunos pocos ejemplares y en Galicia se considera prácticamente extinto. Existen planes para criar esta especie en cautividad y poder realizar un cruce genético entre ejemplares de distintas poblaciones.
En el Pirineo el descenso también ha sido muy elevado. En los 80 había una población de casi 1.000 ejemplares repartidos entre Aragón, Navarra y Cataluña y actualmente el censo en Aragón no supera los 80 machos, 15 en Navarra y unos 500 en Cataluña.
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